El empaste es una de las soluciones más comunes a las caries que se realizan en una clínica dental. Y la sensibilidad dental tras el empaste, una de las consecuencias que pueden suceder. Por esta razón, conocer los motivos y las soluciones más efectivas es fundamental para evitar esta situación tan molesta.
¿Por qué puede producirse sensibilidad dental después de un empaste?
Principalmente, por la naturaleza propia del empaste. Este funciona como un material destinado a la obturación, es decir, va a tapar un hueco o proteger cierto espacio abierto en el diente tras haber sufrido una caries. Ahora bien, para que se quede fijo es necesario utilizar una técnica adhesiva. Posteriormente, una vez que el empaste esté en la zona, hay que endurecerlo mediante un proceso que se conoce como polimerización.
Aunque se trata de un proceso muy estudiado, medido y efectivo, es cierto que no está exento de riesgos o de futuros inconvenientes. En estos casos, el problema más usual es la sensibilidad dental. ¿En qué consiste y cómo puede llegar a producirse?
En esta polimerización, la estructura más superficial del diente se ve ligeramente modificada. En este sentido, sucede una deflexión en el diente que produce unas tensiones en las paredes del mismo. Esta tensión puede llegar hasta el nervio conectado con el diente, que es lo que produce la sensibilidad dental.
A veces, dicha sensibilidad puede originarse también por la dentina (la capa del diente que se encuentra debajo del esmalte y cemento). Si esta se ha visto dañada durante el proceso, el nervio también podría llegar a estar afectado.
¿En qué casos se da esa sensibilidad?
Dependerá, básicamente, de dónde se haya situado el empaste. Por norma general, la mayoría de empastes se realizan en las superficies oclusales o de masticación de los dientes, ya que suelen ser los más afectados. De ahí que la hipersensibilidad dental sea un fenómeno que también se dé durante dicha masticación, puesto que es el momento de mayor tensión en la boca. Si padecemos de bruxismo o bien el cepillado, también serán situaciones donde probablemente la notemos.
¿Qué síntomas tiene la sensibilidad dental?
Tal vez nunca hayamos experimentado esta sensación tan molesta, por lo que es conveniente conocer qué es lo que suele producir. Generalmente, se trata de un dolor breve y muy intenso que se activa en determinados momentos. Es decir, no aparece sin ningún motivo o de manera aleatoria. Entre sus causantes, las más habituales son:
- Ante un estímulo demasiado frío o caliente. Sucede mucho con líquidos o con alimentos a determinada temperatura. Suelen afectarnos mucho y son una buena manera de comprobar si sufrimos dicha sensibilidad dental.
- Ante el consumo de azúcares. Este es bastante común, pero no tan extendido. Puede indicar que tenemos un problema en nuestros dientes, ya que el al ser consumido por las bacterias se producen ácidos que dañan mucho nuestra capa y esmalte.
- Estímulos mecánicos. Nos referimos, concretamente, a las acciones de cepillado y masticación. Sin lugar a dudas, este síntoma es el más frecuente en el caso de los empastes.
¿Cómo solucionar la sensibilidad dental del empaste?
Hay que señalar, antes que nada, que es algo perfectamente normal durante un breve espacio de tiempo. Por lo general, serán nuestras propias piezas dentales las que se encarguen de solucionar este problema a través de la recomposición con una capa reparativa del propio esmalte dental. Sin embargo, a veces se vuelve un proceso más largo y difícil.
Así, nos podemos enfrentar a situaciones en las que la sensibilidad dental nos dure varios meses, por lo que formarán parte de nuestro día a día. ¿Qué es lo que podemos hacer para evitar esta situación? Principalmente, podemos contar con dos medidas:
– La utilización de un cepillo más sensible. En ocasiones, los filamentos del cepillo son demasiado duros y pueden causar más daño que beneficio en nuestra boca. Si estamos pasando por un período de sensibilidad dental, lo ideal es que cambiemos a un cepillo más suave y, a ser posible, con filamentos de un material específico llamado PBT. De esta manera, ayudaremos a limpiar mejor esa parte sin producir más dolor y será perfecto para facilitar que la capa del diente se regenere debidamente.
– El uso de pastas y geles dentales especiales. Algunas de ellas, como las de Desensin, se adaptan perfectamente a estas situaciones, ya que regeneran la capa protectora del diente para evitar que la sensibilidad siga apareciendo. Basta con acudir a una farmacia o preguntarle a nuestro dentista por el tipo de pastas que nos brindarán una mayor protección y cuidado.
– Utilizar antiinflamatorios. Otra alternativa muy práctica para reducir el dolor que provoca la sensibilidad dental. Eso sí, tenemos que emplearlos con moderación y solo en aquellos casos en los que sea más intenso y molesto.
¿Qué hacer si aún persiste la sensibilidad?
Por lo general, los empastes son totalmente seguros y no tienen por qué provocar problemas en nuestros dientes. Sin embargo, es cierto que a veces la situación se puede complicar un poco. Por este motivo, es crucial que entendamos en qué momentos tendría sentido preocuparnos por nuestra boca.
Si a los pocos meses del empaste vemos que el dolor persiste, lo más indicado es acudir a quien nos lo haya realizado para que nos dé una solución más específica. En el caso de que el dolor vaya aumentando con el tiempo, esta visita debe ser más urgente, ya que suele ser un claro aviso de que están surgiendo complicaciones.
¿Qué es lo que puede haber producido un dolor tan prolongado? Este podría responder a diferentes causas. Una de ellas es la pulpitis, una inflamación de uno de los elementos internos del diente. Sin embargo, es importante que no caigamos en el autodiagnóstico y que, ante cualquier problema o complicación inesperada, vayamos a visitar a nuestro profesional de confianza. Nadie mejor que él sabrá cómo localizar correctamente el origen de nuestro dolor.
En conclusión, sufrir un poco de sensibilidad dental tras un empaste es una situación relativamente común, al menos, durante un breve espacio de tiempo. Si la cosa se alarga, es conveniente visitar a un especialista que pueda ayudarnos a tratar el dolor y darnos una solución efectiva del mismo. De esta manera, seremos capaces de conseguir una dentadura cuidada que no nos dé ningún problema.