Ha llegado el verano, y con él llegan también las altas temperaturas, las ganas de terraza y playa, las bebidas frías y, si padeces sensibilidad en los dientes, los “temidos” helados y granizados.
En ocasiones, si padecemos de dientes sensibles tratamos de mantenernos lo más alejados posible de los alimentos más fríos pero sería ideal poder disfrutar de estos pequeños placeres…
En general, las molestias producidas por bebidas y alimentos a temperaturas muy frías suelen ser uno de los primeros indicadores de que padecemos sensibilidad dental.
La sensibilidad dental es un dolor intenso y transitorio provocado por contacto de la dentina (la parte interna del diente) con un estímulo externo y puede hacer que el simple hecho de comerte un helado, una calurosa tarde de verano, se convierta en un auténtico calvario, ya que la parte interior del diente ha quedado expuesta al exterior y al contacto con alimentos o bebidas muy frías produce un estímulo sobre las fibras nerviosas que causan dolor.
¿La mejor opción para no sufrir sensibilidad no es dejar de comer alimentos fríos?
Es importante tener en cuenta que la solución no es mantenerse lejos de las bebidas frías, los granizados y los helados. La sensibilidad dental se puede prevenir y tratar. Siguiendo estas sencillas pautas podrás disfrutar del verano olvidándote del dolor producido por la sensibilidad dental:
- Mantén una buena higiene bucal diaria. No pierdas la rutina del cepillado y continúa lavando tu boca después de cada comida.
- Si sientes dolor con el cepillado cambia tu cepillo de dientes por uno de filamentos extrasuaves de PBT te permitirá una higiene eficaz ayudando a evitar el dolor producido por el contacto.
- Utiliza una pasta de dientes poco abrasiva como Desensin® Repair que te ayude a reparar la superficie del esmalte dental de forma natural y que contenga componentes que cuiden la encía para ayudar a prevenir la recesión gingival, una posible causa de sensibilidad dental.
- Utiliza un colutorio específico para dientes sensibles para complementar la acción de la pasta y prolongar la eficacia de los principios activos en boca.
- Las bebidas y alimentos muy ácidos colaboran con el desgaste del esmalte, trata de tomarlos de una forma moderada.
- Si te apetece un helado o un granizado pídetelo pero intenta darle unos segundos para que el frío helador del congelador no vaya directamente a tus dientes.
- Lleva contigo un gel desensibilizante para los momentos en que la sensibilidad dental sea muy aguda y necesites una
¡Y recuerda visitar a tu odontólogo periódicamente para prevenir y tratar cualquier problema!